¿Por qué los pobres son más amigables y menos tacaños que los ricos?
- Mira por la ventana, ¿qué ves?
– Veo niños jugando en el patio.
- Ahora mírate en el espejo. ¿Qué ves ahí?
- Mí mismo.
- Verás. Tanto la ventana como el espejo son de cristal,
pero en cuanto le añades un poco de plata, sólo te ves a ti mismo.
Una vez, ya multimillonario, Henry Ford llegó a Inglaterra por negocios. En el mostrador de información del aeropuerto preguntó por el hotel más barato de la ciudad. El empleado lo miró y de inmediato lo reconoció, porque... Los periódicos de todo el mundo escribieron con frecuencia sobre Ford. Y entonces se queda aquí con un impermeable raído y pregunta por el hotel más barato.
El empleado preguntó con incertidumbre:
"Si no me equivoco, ¿es usted el señor Henry Ford?".
“Sí”, respondió.
El empleado se sorprendió.
– Sigo las noticias y sé que cuando tu hijo viene a algún lugar, siempre se hospeda en los mejores hoteles y siempre viste estupendamente. Y preguntas por el hotel más barato y llevas un impermeable que parece mayor que tú. ¿Es usted, multimillonario, ahorrando dinero?
Henry Ford respondió:
"No necesito quedarme en un hotel caro, porque no veo el sentido de pagar de más por extras que no necesito". Donde quiera que esté, soy Henry Ford. Y no veo mucha diferencia en los hoteles, porque incluso en el hotel más barato no puedes relajarte peor que en el más caro. Y este abrigo... sí, tienes razón, mi padre también lo llevaba, pero eso no importa, porque con este abrigo sigo siendo Henry Ford. Mi hijo todavía es joven e inexperto, por lo que tiene miedo de lo que pensará la gente si se aloja en un hotel barato. No me preocupo por las opiniones de los demás sobre mí, porque sé mi verdadero valor. Y me convertí en multimillonario porque sé contar dinero y distinguir los valores reales de los falsos.
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